La inteligencia artificial (IA) en los televisores y smartphones modernos se ha convertido en una parte integral del marketing, pero sus capacidades reales a menudo se exageran enormemente. En realidad, estos dispositivos no contienen una IA completa. La «inteligencia» de la mayoría de las funciones se basa en el uso de la potencia de los servidores y algoritmos desarrollados por los fabricantes para mejorar la experiencia del usuario. Veamos qué significa realmente este término.
Smartphones
La IA en los smartphones modernos se utiliza para las siguientes tareas:
- Fotografía: mejora de la calidad de las imágenes, procesamiento en tiempo real y ajuste de los parámetros de la cámara según las condiciones de captura. Esto no es una «IA mágica», sino programas de procesamiento de imágenes integrados. En casos raros, cuando se requiere más potencia de cálculo, las fotos pueden enviarse a los servidores de la empresa para ser procesadas y luego devueltas al usuario.
- Asistentes de voz: Siri, Google Assistant y otros ayudan a realizar tareas, buscar información y controlar el dispositivo. En este caso, el smartphone actúa como una interfaz que interactúa con sistemas de IA que operan en un servidor.
- Optimización del rendimiento: la IA analiza las aplicaciones que utilizas con más frecuencia y distribuye los recursos para mejorar el rendimiento y ahorrar energía. Sin embargo, esta función ha existido durante años y, en esencia, es un programa sencillo que se adapta a los hábitos del usuario.
- Seguridad: el reconocimiento facial y de huellas dactilares a menudo se presenta como IA, pero en realidad se basa en algoritmos de reconocimiento estándar, no en inteligencia artificial real.
- Personalización: las recomendaciones de contenido y aplicaciones se basan en el análisis del comportamiento del usuario. Esto mejora la experiencia del usuario, pero no es una muestra de inteligencia independiente.
Televisores
La IA en los televisores es quizás el ejemplo más destacado de estrategias de marketing. Los fabricantes afirman tener procesadores de IA, pero en realidad estas tecnologías suelen ser solo algoritmos que realizan tareas específicas:
- Mejora de imagen: ajustes de brillo, contraste y balance de color, además de adaptación a la iluminación de la habitación. Esto no es el resultado de la IA, sino el uso de plantillas predefinidas.
- Procesamiento de sonido: optimización del sonido para una mejor experiencia auditiva, como mejorar los diálogos o adaptarse a la acústica de la habitación. Esto tampoco requiere IA, solo algoritmos de procesamiento de audio.
- Recomendaciones de contenido: análisis de las preferencias del espectador y sugerencias de nuevas películas o canales. Esto es nuevamente resultado de algoritmos, no de un sistema inteligente capaz de aprendizaje independiente.
- Control por voz: asistentes de voz integrados, como Google Assistant, Amazon Alexa y otros, permiten controlar el televisor y dispositivos conectados. Sin embargo, el televisor no utiliza IA para tomar decisiones, simplemente ejecuta comandos.
¿Qué es verdad y qué es marketing?
- Verdad: la IA existe, pero en la mayoría de los casos su papel se limita a mejorar la funcionalidad y la interacción con el usuario. Los algoritmos de aprendizaje automático en televisores y smartphones no pueden considerarse IA completa, ya que no «aprenden» del dispositivo, simplemente usan plantillas preconfiguradas para ajustar parámetros.
- Marketing: algunas empresas llaman «IA» incluso a algoritmos simples para dar la impresión de innovación y destacar en el mercado. La verdadera IA se refiere a sistemas que pueden aprender y tomar decisiones basadas en datos, pero actualmente la mayoría de los dispositivos solo usan algoritmos preestablecidos, y sus capacidades no son tan impresionantes como los especialistas en marketing quieren que creamos.
Así, la IA en los dispositivos modernos no es un milagro, sino una tecnología avanzada que facilita la interacción con los gadgets y mejora la experiencia del usuario. Sin embargo, percibir la IA como algo revolucionario o «mágico» es más una estrategia de marketing que una realidad.