El contraste de un televisor es un parámetro que a menudo se menciona al hablar de la calidad de imagen, pero ¿qué significa realmente? En términos simples, el contraste se refiere a la diferencia entre las áreas más brillantes y más oscuras que puede mostrar la pantalla. Mide qué tan bien el televisor puede representar tonos claros y oscuros. Por ejemplo, un contraste de 1000:1 significa que el área más blanca en la pantalla es 1000 veces más brillante que la más oscura. Este factor juega un papel importante en la creación de profundidad, claridad y en la experiencia visual general del espectador. Cuanto mayor sea el contraste, más vívida y realista será la imagen, lo que hace que la visualización sea más placentera.

Sin embargo, los fabricantes a menudo manipulan este valor para hacer que sus productos parezcan más atractivos. Para evitar caer en trampas de marketing, es importante entender qué es el contraste y cómo afecta la calidad de la imagen.

Fundamentos para entender el contraste

El contraste de un televisor es la diferencia entre las áreas más brillantes y más oscuras que puede mostrar la pantalla. Este parámetro es crucial porque afecta la claridad y el detalle de la imagen. Por ejemplo, en una escena nocturna de una ciudad, un televisor con buen contraste podrá mostrar el cielo oscuro y, al mismo tiempo, resaltar los pequeños detalles de las luces de la ciudad. Una baja relación de contraste resultará en una imagen menos vívida y detallada.

Dos tipos principales de contraste

Existen dos tipos de contraste: estático y dinámico.

Contraste estático mide la diferencia entre la parte más brillante y la más oscura de la pantalla que el televisor puede mostrar simultáneamente. Esto proporciona una idea de las capacidades reales de la pantalla en una sola imagen.

Contraste dinámico mide la diferencia entre el área más brillante y la más oscura en la pantalla, pero en diferentes momentos. Por ejemplo, en escenas oscuras, se puede reducir la retroiluminación para mejorar los tonos oscuros, y viceversa, aumentarla en escenas brillantes. Estas manipulaciones permiten alcanzar cifras enormes como 1.000.000:1.

Contraste estático

El contraste estático (o «nativo») mide la diferencia entre las áreas más brillantes y más oscuras en la pantalla que se muestran al mismo tiempo. Este indicador refleja con mayor precisión la calidad de imagen real.

Imagina una escena en la que un caballero está de pie bajo la luz brillante del sol, con un bosque oscuro detrás. Un buen contraste estático permitirá ver claramente tanto la armadura brillante como los detalles del bosque. Los valores estándar de contraste estático varían entre 1000:1 y 5000:1. Cuanto mayor sea este número, más clara y detallada será la imagen. Para medir el contraste estático, se usa una plantilla especial con cuadrados blancos y negros para evaluar la diferencia en brillo.

Contraste dinámico

El contraste dinámico mide la diferencia en brillo entre las áreas más oscuras y más claras que se muestran en diferentes momentos. Este parámetro no refleja el contraste real en una imagen única, ya que el contraste dinámico varía debido a los cambios en la configuración de retroiluminación u otros ajustes del televisor. En términos sencillos, se mide el contraste dinámico realizando una medición de las áreas oscuras con los valores mínimos de brillo, y otra de las áreas claras con los valores máximos. El resultado son cifras elevadas que, en la práctica, no representan la realidad pero suenan atractivas para fines de marketing.

QLED frente a OLED: ¿Cuál es mejor?

Los televisores QLED usan puntos cuánticos para crear colores brillantes, mientras que los televisores OLED pueden apagar completamente píxeles individuales, creando tonos negros profundos. OLED ofrece un contraste más profundo, mientras que QLED puede ofrecer una imagen más brillante, lo que es especialmente útil en habitaciones bien iluminadas. Aunque OLED tradicionalmente ha tenido problemas con el brillo, los modelos recientes, como los OLED EVO de LG, han abordado este problema al añadir mini espejos para aumentar el flujo luminoso, y los QD OLED de Samsung tienen diodos más brillantes debido a su estructura específica.

Si prefieres ver la televisión en una habitación oscura, OLED será una mejor opción por su capacidad de mostrar negros profundos. En una habitación iluminada, QLED podría parecer más adecuado debido a su alto brillo.

Factores que influyen en el contraste

Tecnología de fabricación: Los tipos de paneles LCD también influyen en el contraste. Los paneles VA generalmente ofrecen un mayor contraste (hasta 3000:1 o más), aunque cambian ligeramente el tono del color cuando se ven desde ángulos laterales. Los paneles IPS y TN, que suelen tener un contraste de alrededor de 1000:1, tienen mayor brillo pero peor contraste. Los paneles OLED tienen un excelente contraste y son los más valorados para la visualización de imágenes.

Influencia de otros parámetros: El contraste está estrechamente relacionado con otros parámetros de la pantalla, como el brillo y la retroiluminación. Ajustar el brillo, por ejemplo, puede afectar significativamente la percepción del contraste. Un brillo demasiado alto puede «lavar» los tonos oscuros, mientras que un brillo demasiado bajo puede oscurecer los detalles.

Atenuación local: La atenuación local es una función que ajusta automáticamente el brillo de ciertas áreas de la pantalla según el contenido. Esta tecnología ayuda a mejorar el contraste, especialmente en escenas oscuras, pero solo está disponible en pantallas premium.

Contraste y HDR: HDR (High Dynamic Range) mejora el contraste, permitiendo mostrar tanto negros profundos como puntos blancos brillantes en la misma imagen. Para aprovechar al máximo el HDR, es crucial que la pantalla tenga un alto contraste.

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