Cuando vas a una tienda a comprar un dispositivo con pantalla —ya sea un smartphone, un monitor o un televisor— inevitablemente encontrarás muchos términos técnicos y abreviaturas. Entenderlos te ayuda a saber exactamente qué tipo de pantalla estás comprando. Y sin importar para qué uses el dispositivo, la resolución juega un papel clave en la calidad de la imagen.
La resolución describe la cantidad de píxeles que forman la imagen en la pantalla. Se expresa como ancho × alto. Por ejemplo, un monitor Full HD (1080p) tiene una resolución de 1920 × 1080, lo que significa que muestra 1920 píxeles horizontalmente y 1080 verticalmente —más de dos millones de píxeles en total.
Cuanto mayor sea la resolución, más detallada puede ser la imagen, siempre que el contenido lo permita. Las pantallas de mayor resolución también pueden mostrar más información a la vez, lo cual es útil tanto para el trabajo como para el entretenimiento.
Qué es la resolución QHD
El Full HD no se mantuvo como estándar durante mucho tiempo. El siguiente paso importante fue QHD, o Quad High Definition, con una resolución de 2560 × 1440 píxeles. Recibe el nombre “Quad” porque contiene cuatro veces más píxeles que una pantalla HD de 1280 × 720. Esta resolución es común en muchos smartphones de gama alta actuales.
Aunque la diferencia entre Full HD y QHD puede ser difícil de notar en una pantalla pequeña de 5–6 pulgadas, los fabricantes suelen usar QHD en dispositivos premium porque ofrece una nitidez excepcional y se ve muy bien en las especificaciones.
También puedes encontrar el término WQHD —Widescreen Quad High Definition. Este hace hincapié en la relación de aspecto 16:9, pero técnicamente es la misma resolución 2560 × 1440 que QHD.
Otro término común es 2K. En la industria se usa de manera algo imprecisa, pero técnicamente se refiere a cualquier pantalla con una resolución horizontal ligeramente superior a 2000 píxeles (como 2048 × 1080). Como QHD y WQHD entran en ese rango y son la mitad de 4K en ancho y alto, a menudo se los denomina “2K”.
QHD para videojuegos
Para muchos jugadores, QHD se ha convertido en la resolución ideal. Es el punto intermedio perfecto entre Full HD y 4K, ofreciendo una mejora notable en la nitidez sin las altas exigencias de rendimiento del 2160p.
QHD se ve mucho mejor que 1080p y, al mismo tiempo, permite alcanzar altas tasas de fotogramas —algo difícil en 4K sin una tarjeta gráfica de gama alta—. Tarjetas de gama media como AMD RX 580/590 o Nvidia GTX 1060/1660 Ti funcionan muy bien a 1440p, y modelos más modestos también pueden manejarlo con ajustes reducidos.
Las tarjetas gráficas modernas manejan QHD sin problemas, por lo que esta resolución se ha vuelto muy popular entre los jugadores que buscan tanto calidad de imagen como buen rendimiento.









