Al comprar un nuevo portátil, monitor o televisor, es natural querer un dispositivo con buen rendimiento y una pantalla cómoda de usar. Uno de los factores más importantes que afecta tu experiencia es la calidad del display. En este artículo, te explicaré en qué debes fijarte realmente al evaluar una pantalla.
Hay dos formas principales de evaluar una pantalla: revisando las especificaciones técnicas en línea o viendo el dispositivo en persona en una tienda.
Especificaciones técnicas
El aspecto más importante es la tecnología del panel. Las pantallas actuales suelen utilizar tecnología LED u OLED. Los paneles OLED están considerados más avanzados: cada píxel emite su propia luz, lo que permite un excelente contraste y negros profundos. Estas pantallas son más caras y, a menudo, menos brillantes, lo cual ayuda a preservar su vida útil. Si estás considerando pantallas OLED, los QD-OLED de Samsung y los OLED EVO de LG están entre los mejores. Samsung ofrece píxeles más brillantes pero con mayor consumo de energía, mientras que LG emplea una estructura especial que redirige la luz para mejorar el brillo.
Las pantallas LED varían en calidad según el tipo de panel. Los paneles TN están obsoletos y se encuentran en dispositivos económicos: tienen colores pobres y ángulos de visión muy limitados. Los VA ofrecen mejor contraste y una reproducción de color aceptable. Los IPS brindan buen brillo y amplios ángulos de visión, pero suelen tener dificultades para mostrar negros profundos. QLED es una versión mejorada de la tecnología LED que usa puntos cuánticos para colores más vivos y mayor brillo. Los QLED con paneles VA o IPS son comunes en televisores de gama media y alta.
La reproducción del color también depende de la profundidad de color. Las pantallas de gama baja pueden ser solo de 6 bits. Las más comunes son las de 8 bits o las de 8 bits + FRC, que simulan gradientes más suaves alternando rápidamente los tonos. Las pantallas de 10 bits reales ofrecen la mayor precisión y viveza en el color. Algunos dispositivos publicitan una gama de color amplia como “125% sRGB”, pero esto no siempre implica mayor calidad: sRGB es un estándar limitado usado sobre todo en la web, y superarlo no garantiza una imagen mejor.
La frecuencia de actualización afecta a la fluidez del movimiento en pantalla. Las pantallas básicas funcionan a 60–75 Hz y suelen pertenecer a líneas de producción más antiguas. Las más avanzadas ofrecen 100 o 120 Hz, lo que mejora notablemente la claridad del movimiento. Los jugadores pueden preferir frecuencias de 144 Hz o más, aunque tasas muy altas (como 240 Hz) a veces se logran sacrificando otros aspectos como profundidad de color o gama cromática.
Evaluación en tienda
Si tienes la oportunidad de ver la pantalla en persona, obsérvala desde distintos ángulos. Un panel TN se desvanecerá rápidamente incluso con un pequeño cambio de ángulo. Los VA pierden algo de contraste y brillo, sobre todo desde arriba o abajo. Los paneles IPS mantienen la calidad de imagen desde casi cualquier ángulo. Las pantallas OLED destacan de inmediato: sus negros profundos y alto contraste son inconfundibles.
Incluso sin conocer las especificaciones exactas, muchas veces se puede notar la diferencia entre una pantalla económica y una de gama alta solo con mirarla. Sin embargo, juzgar la profundidad de color a simple vista es más difícil, ya que nuestra capacidad para percibir tonos varía mucho. Algunas personas distinguen cientos de miles de matices, mientras que otras solo unos pocos miles.
Principales tipos de pantallas en los dispositivos modernos
En 2025, los portátiles, monitores y televisores utilizan varios tipos principales de pantallas, cada una con sus propias características.
Portátiles
Las pantallas IPS siguen siendo las más comunes en los portátiles. Ofrecen buena reproducción de color y amplios ángulos de visión. Los modelos premium, como el MacBook Pro, Dell XPS y ASUS Zenbook, incorporan cada vez más pantallas OLED con negros profundos y alto contraste. Las pantallas Mini LED también están ganando popularidad, especialmente en dispositivos de Apple: proporcionan gran brillo y buen contraste gracias al atenuado local de la retroiluminación. Algunos modelos incluyen variantes poco comunes de IPS como IGZO o LTPS, que ofrecen mayor eficiencia energética y nitidez de imagen. Los portátiles gaming suelen contar con pantallas de alta frecuencia de actualización, de 120 Hz en adelante.
Monitores
Los paneles IPS predominan en los monitores, especialmente en el segmento de oficina y uso general. Proporcionan precisión de color y una imagen estable desde distintos ángulos. Los modelos más económicos o gaming suelen utilizar paneles VA, que tienen mayor contraste pero peores ángulos de visión. Los monitores OLED aún son costosos, pero ya están disponibles por parte de fabricantes como LG, ASUS y Dell, especialmente en gamas para diseñadores o jugadores. Los Mini LED están ganando popularidad entre los profesionales, sobre todo para contenido HDR. La frecuencia de actualización varía entre 60 y 360 Hz, según el uso.
Televisores
En televisores, el OLED se considera el estándar de oro en calidad de imagen. Ofrece negros perfectos, máximo contraste y colores intensos. Estos paneles los fabrican LG y Samsung. Samsung también está desarrollando su propia tecnología QD-OLED, que difiere de la de LG. Además del OLED, también son comunes los QLED y Neo QLED —variantes de la tecnología LCD con mejor reproducción de color y brillo— gracias al uso de materiales de mayor calidad. El Mini LED también se usa en televisores LCD de marcas como Samsung, TCL y Hisense, y ofrece imágenes brillantes con buenos niveles de negro.
Actualmente, las tecnologías OLED y Mini LED están en pleno desarrollo en el mercado, mientras que las pantallas IPS siguen siendo el estándar en el segmento de consumo masivo.